Diego Arroyo, alumno del IX ciclo de la Facultad de Comunicación, destaca que su estadía en la Universidad de Nebrija (España) ha sido fundamental para su formación profesional y personal.
Por Lucy Vicente Chamba. 24 julio, 2024.Durante cinco meses y medio, el estudiante de la carrera de Periodismo, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura, descubrió su pasión por el periodismo cultural y reforzó significativamente sus habilidades de comunicación interna y estratégica. Diego Arroyo, asegura, además, que ha fortalecido sus habilidades blandas como la empatía, la sensibilidad y la resolución de problemas.
¿Cuándo nació tu amor por el periodismo?
Mi vocación por el periodismo nació cuando fui al cauce del río Piura a conversar con un agricultor que se ganaba la vida sembrando frejoles. Recuerdo que, al haber conseguido la historia, no podía esperar por llegar a casa y escribir sobre Teodoro.
¿Qué te motivó a ir de intercambio?
Quería conocer una nueva cultura, crecer como persona y tratar de comprender el mundo, en sus diferentes formas y colores.
¿Cómo ha sido tu estancia en la Universidad de Nebrija, España?
Mi estancia en España se ha sentido como soñar despierto. Desde que ingresé a la UDEP quería irme de intercambio; es más, estudiar un semestre en Madrid estaba en mi lista de 50 cosas que hacer antes de morir. Después de haber vivido la experiencia, la puedo definir como mágica y completamente enriquecedora.
¿Qué habilidades profesionales has potenciado?
Potencié mis habilidades como periodistas, tanto técnicas como humanistas, y descubrí que tengo un gran interés por el periodismo cultural. Asimismo, tuve la oportunidad de aprender más sobre comunicación interna y comunicación estratégica, lo que también despertó mi interés por estos campos de la comunicación.
¿Qué experiencia destacas de tu intercambio?
Destaco haber escrito un reportaje sobre una exposición de arte como si fuéramos verdaderos periodistas culturales que estaban ejerciendo. Fuera del ámbito académico, fue interesante viajar a Marruecos con mis amigas, ya que te hace entender que el mundo visto desde el privilegio occidental no es el único válido.
En los próximos años, ¿cuáles son tus metas profesionales?
Realizar una maestría en el extranjero y trabajar en algo que me haga feliz; aún no puedo definir en dónde o en qué área, solo sé que busco algo que me llene.
Si tuvieras que animar a estudiantes a realizar un intercambio, ¿qué les dirías?
Les diría que lo hagan, porque sus yo de 60 años se lo agradecerá.
¿Qué mensajes te han dejado los docentes de intercambio?
Nicolás Grijalba, mi profesor de Medios, Arte y Cultura, me inspiró a escribir sin miedo sobre lo que yo creo que es correcto. El mensaje que me llevo de él es que el mundo no es de un solo color, y el trabajo que tenemos los periodistas es tratar de descifrar todo el arcoíris, para que las personas que solo ven un color a través de su lente sepan que existen otros, y que esos otros colores también son humanos y están bien.
¿Cómo es tu experiencia de estudiar en la UDEP?
Mi experiencia estudiando Periodismo en la UDEP ha sido enriquecedora y apasionante, pues, cuando se trata de una historia que toca tus fibras más profundas, no hay nada que te detenga. Incluso buscas nuevas narrativas, dinámicas o herramientas para que la historia llegue de mejor manera a la audiencia, y eso es lo que nos enseñan nuestros profesores.